«EL ODIO»


En mi patria ha pasado algo: hemos aprendido a odiarnos, o quizás, mejor dicho, hemos aprendido a mostrar nuestro odio unos a otros sin pudor.

Porque quizás ahí estaba el odio desde siempre, larvado, latente, escondido, esperando sólo una oportunidad para mostrar su carcomido y podrido rostro, nada más hacían falta unas elecciones con sus campañas mediáticas para saltar sobre cada uno de nosotros, para mostrar que nos odiamos.

Del odio a la violencia no hace falta ni medio paso, lo sabemos bien aquí en mi Mexico, donde abundan cabezas sin cuerpos con notas escupiendo su odio a quien ose mirarlas, perredistas, chuchistas, medios de información contra lopez obradoristas, panistas contra todo lo que les evite enriquecerse rapidito y sin escalas, priistas que venden caro su amor y todo su odio acumulado de dos sexenios en que han tenido que tragar camote lo prodigan gratis , fuerzas policiacas y militares contra ciudadanos inermes actuando su odio.

Algo cambió, o nos volvimos los mexicanos más cínicos o dejamos de confiar y esperar y donde no hay cabida a la confianza y a la esperanza, el odio agazapado brinca para llenar ese espacio.

En mi país, México, ya a nadie le da vergüenza mostrar que odia: al rico, al pobre, al indio, al chilango, al que estudió, al que no, el que estudió y el que no casi todos odian, se odia al inteligente y al estúpido, al bien intencionado y al que no lo es, al narco y al que no consume nada.

Nuestro odio es cada vez más gratuito y más facilón, más autocomplaciente.

El odio deriva de la furia, de la frustración y en México tenemos cada vez más frustración y furia acumulada,porque hay hambre, porque hay injusticia, porque hay desazón, porque hay corrupción e inevitablemente todo eso lleva a la violencia, que es el derivado principal del odio.

En mi país, México, el gatillo del odio lo disparó la derecha, aunque no es enteramente responsable porque el odio estaba ahí, si no, no hubieran podido utilizarlo.

Existía agazapado, esperando una razón para mostrarse y entonces vinieron las elecciones y la derecha lo manipuló para ganar, «haiga sido como haiga sido», dijo nuestro presidente cuando ganó esas envenenadas elecciones, la derecha ganó ¿ganó? a quien le sirve un país lleno de hambre, de frustración, de ira y sobre todo, de odio.

Mi país está muy enfermo, está envenenado por el odio.

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2 comentarios en “«EL ODIO»”


  1. Qué bueno que retomas la escritura, doctora. No la dejes

  2. María Says:

    ¿Qué a quién le sirve un país lleno de odio? A los de siempre… a los que lucran con el dolor de la mayoría, a los que les conviene la ignorancia, los que saben que es más fácil manejar a un pueblo dormido.

    Apliquemos el antídoto a este México que se nos muere de odio: avancemos por el arduo, difícil, retador, a veces ingrato, a veces feliz, pero siempre satisfactorio camino del amor. Empecemos por nosotros mismos, por nuestra familia, por los vecinos, por pensar en los demás, por sabernos que no estamos completos sin «los otros», por tener conciencia de nuestra humanidad.


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